Saludo del Presidente de la Entidad Ferial de Zafra, D. Juan Carlos Fernández Calderón

Juan Carlos Fernández Calderón

La Feria Internacional Ganadera surge como desarrollo lógico de unas ferias con más de cinco siglos de existencia que pasaron de lo tradicional a la innovación en 1966, cuando se celebró la primera Feria Regional del Campo Extremeño y, que, con ocasión de los fastos de 1992, se transformó en la más importante feria ganadera de España y, con certeza, de las mejores de Europa.

Somos un referente sin el que no se entiende el comienzo del otoño, y el excepcional escaparate de uno de nuestros principales tesoros económicos y ecológicos, la ganadería extensiva, que encuentra en Zafra la apuesta por la excelencia en forma de ganado selecto.

El alma ganadera de la Feria es insoslayable, y por ella hay que apostar decididamente. Pero no es menos cierto que el núcleo ganadero se reviste con otros sectores que convierten a la Feria de Zafra en una singular manifestación lúdico-comercial. Todo esto merece nuestra atención, por supuesto.

Pero la Feria, tan exitosa siempre, no puede dormirse en los laureles. Por eso vamos a promover un proyecto de reforma estratégica que sincronice nuestra pluricentenaria feria con los tiempos que corren, con los retos que el presente plantea para garantizar el futuro. A este apasionante reto están invitados todos los protagonistas de la Feria, a través de la Entidad Ferial.

Quiero agradecer el esfuerzo que realizan el personal del Ayuntamiento y de la Entidad Ferial, el comisario, las asociaciones ganaderas, los expositores de todos los sectores, los participantes en el Plan de Emergencias de la Feria, que velan por nuestro bienestar y seguridad en una feria multitudinaria; las empresas contratistas y, en general, todos cuantos algo tienen que ver con la organización de nuestra Feria.

Y, por supuesto, deseo a todos los que nos visitan que disfruten de lo profesional y de lo lúdico, que se sumerjan en la inmensidad de una Feria desbordante, que sus transacciones sean provechosas… En fin, que la Feria les vaya bien y, por supuesto, que vuelvan el próximo año. Y a los zafrenses, depositarios de este patrimonio económico, social y cultural que trasciende la ciudad, les deseo que se sientan orgullosos de él y que disfruten de estos días.

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